El fabricante de ascensores alemán ThyssenKrupp ha marcado un hito en el sector con la inauguración de la torre de pruebas de Rottweil en Alemania. El elevador, que utiliza el desarrollo de levitación magnética, abre una nueva etapa en la industria con la incorporación de última tecnología; pero los expertos advierten que todos los avances pueden chocar con los altos costes.
ThyssenKrupp se ha gastado 41 millones de euros para construir el ascensor del futuro en su torre de I+D. El elevador alcanza una altura de 246 metros y reina sobre la ciudad alemana de Rottweil, uno de los centros de operaciones de la compañía. El artilugio servirá para desarrollar nuevos modelos ascensores para adaptarlos a la nueva generación de rascacielos inteligentes.
La nueva maquina, llamada MULTI, utiliza la técnica de levitación magnética, igual que los trenes de alta velocidad japonesas, e incluye la novedad que se pueden mover tanto en vertical como en horizontal, dentro de un sistema de doce ejes.
Según Andreas Schierenbeck, consejero delegado de Thyssenkrupp Elevator, el desarrollo técnico duplica la capacidad del transporte y reduce a la mitad el espacio del hueco del ascensor en un edificio. «Dado que los ascensores pueden moverse lateralmente y sin limitaciones de altura, MULTI abre nuevas posibilidades en arquitectura y en diseño de edificios», ha señalado a Reuters.
Pero ThyssenKrupp no es el único fabricante que se ha lanzado a revolucionar un transporte con más de 150 años de historia. La suiza Schindler, la estadounidense y la finlandesa Kone se están centrando más en desarrollar el Internet de las Cosas para innovar dentro y fuera de los ascensores. Según señala Reuters, las clásicas botoneras están siendo sustituidas por aplicaciones de móviles.
Grandes costes para evolucionar
Hendrik Hesse, consultor que asesora sobre la instalación de nuevos ascensores señala, que el desarrollo y la innovación del sector se van a encontrar con problemas por los importantes costes. «La innovación es inevitable pero llevará más tiempo de lo que a las empresas les gustaría para que sea rentable», afirma el experto, que apuntan que muchas de las aplicaciones que se están desarrollando deberían ir gratis en los equipamientos.
ThyssenKrupp no ha dado a conocer las proyecciones de precios para el MULTI pero dice que las ventajas que ofrecen harán que los modelos sean competitivos en los rascacielos altos, donde los ascensores tradicionales de alta velocidad pueden costar 600.000 dólares la unidad.
Una revolución silenciosa
El sector avanza a pasos agigantados, a veces sin hacer mucho ruido. Los ascensores han sido cada vez más inteligentes desde hace tiempo. Los ascensores del rascacielos del edificio Roche en Basilea producen electricidad cuando están frenando y luego se distribuye a la red del edificio. Además, tiene un sistema para ahorrar viajes y energía en las 12.000 llamadas diarias que registran los elevadores
Los ascensores también están equipados con sensores para recoger y transmitir datos operativos a la nube. Si una puerta se abre generalmente en un segundo, pero ralentiza repentinamente a 1,2 segundos, un técnico tiene en su móvil analizado el problema potencial.
La mayoría de fabricantes tiene aplicados sistemas de gestión a distancia. Schindler utiliza la plataforma Predix de General Electric. Kone tiene un pacto con la IO Watson de IBM, mientras que ThyssenKrupp tiene planteado junto a Microsoft para conectar 180.000 ascensores a la nube para el año 2018.
Otis, por su parte, ha contratado a AT&T para enlaces inalámbricos para sus ascensores.
El consejero de ThyssenKrupp reconoce a Reuters que independientemente de las mejoras y desarrollos, lo más importante para el negocio sigue siendo reducir al máximo el número de averías y el tiempo que pueden pasar atrapados los viajeros por fallos de los ascensores. «Si mi coche no arranca cuatro a veces al año, probablemente lo cambiaré», ha sintetizado Schierenbeck de ThyssenKrupp.
Fuente: https://www.eleconomista.es