Un total de 4.800 viviendas de Zaragoza han acometido reformas para mejorar su accesibilidad desde la aparición del Real Decreto Legislativo 1/2013, que obligaba a miles de edificios de la capital aragonesa a acometer este tipo de obras con que solo un vecino o propietario del inmueble las solicitara.
Desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza (COAATZ) advierten de que se trata de una cifra todavía «muy baja» de acuerdo a las necesidades existentes en la capital aragonesa, donde según datos de este colectivo en el año 2013 existían más de 70.000 viviendas ubicadas en edificios que no poseían ascensor.
En noviembre de ese mismo año se aprobó el Texto Refundido de la ‘Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social’, que establecía el próximo 4 de diciembre como fecha límite para que todos los edificios cumplieran con las condiciones del Código Técnico de Edificación en materia de accesibilidad, haciendo los ajustes y obras pertinentes para solucionar los problemas de movilidad de muchos vecinos. Sin embargo, y en contra de las aspiraciones que sembró esta normativa, los datos indican que sigue faltando iniciativa tanto pública como privada para alcanzar unas cifras «aceptables».
Cómo afrontar los trámites
El principal inconveniente, a juicio de los expertos, es la falta de información que enfrentan los vecinos, en su mayoría personas mayores que se ven perdidas a la hora de afrontar estos trámites. «Cuando no se acometen este tipo de obras muchas veces es porque la comunidad de vecinos no cuenta con la figura de un administrador de fincas que actúe de mediador y les falta información para llevar a cabo muchos de los trámites que se necesitan. Ahora se están dando ayudas muy interesantes dentro del plan de vivienda y hay edificios, como en la zona del Picarral o de Alférez Rojas, que gracias a estas subvenciones han podido acometer estas reformas y les han quedado edificios magníficos», afirma Lucio De la Cruz, gerente de COAATZ, un colectivo profesional que en estos cuatro años ha realizado en la ciudad de Zaragoza cerca de 400 intervenciones de instalación de ascensor o descenso de este a cota 0.
Cuánto cuesta instalar un ascensor en un inmueble
Según estiman, el coste de la rehabilitación integral con instalación de ascensor de un inmueble tipo de 15 viviendas se sitúa en unos 140.000 euros, lo cual no quiere decir que los vecinos deban afrontar el pago de la derrama de una sola vez, pues existen distintas alternativas para la financiación de los trabajos en caso de no disponer de liquidez. Por el contrario, los beneficios que reportan estas obras en cuanto a la revalorización de las viviendas son notables. «Un cuarto piso antiguo y sin ascensor de segunda mano tiene muy poco valor, pero si le pones ascensor se revaloriza en 20.000 euros o más”, señala De la Cruz.
Subvenciones para facilitar las cosas
Para afrontar este tipo de derramas, las comunidades de vecinos pueden solicitar también a la Administración diferentes subvenciones para la rehabilitación de viviendas en materia de accesibilidad. De hecho, el borrador del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 contempla ayudas de hasta 6.000 euros por piso para edificios con más de 20 años de antigüedad dando así a la accesibilidad «un papel preponderante» con subvenciones que podrán ser complementadas a su vez con otras de la comunidad autónoma, según informan desde el COAATZ.
Para acceder a ellas, las asociaciones de vecinos aconsejan, en primer lugar, contratar a un administrador de fincas que se encargue de agilizar los trámites burocráticos e informar a los vecinos de las posibilidades que hay y de los gremios que pueden facilitar la realización de estos proyectos. «Esta persona está siendo una figura prioritaria en conjuntos urbanos como el nuestro, que no prosperan porque la administración pública no toma la decisión de intervenir«, critica Esther Blasco, presidenta de la asociación vecinal de Balsas de Ebro Viejo, una zona residencial en la que asegura que la «degradación» cada día va a más por la falta de accesibilidad que obliga a muchos vecinos ya mayores a marchar de sus casas.
«La falta de ascensores es el gran problema que enfrentamos en la zona. La mayoría de vecinos que compraron estas viviendas a finales de los años 60 ahora son ancianos con condiciones de salud que les obligan a mudarse a casa de algún hijo», lamenta Blasco. Desde esta asociación vecinal se encargan de velar por los derechos de las decenas de familias que no tienen otra alternativa que permanecer en sus casas e intentan estimular la iniciativa privada para agilizar la concesión de subvenciones para la instalación de ascensores en estos pisos.
Recientemente, informa la presidenta de esta asociación, a los vecinos del número 2 de la calle Peña Oroel se les ha concedido la primera ayuda municipal que llegará a esta zona residencial para ejecutar un proyecto que contempla la instalación de ascensores y el revestimiento de fachadas en la parcela 15. Jesús Espinosa, de 75 años, es uno de los vecinos que se beneficiará de esta subvención. «Muchos de nosotros llevamos 49 años aquí. Nos venimos a vivir cuando dieron las casas y esto ha sido para nosotros como una lotería sin jugar. Solo esperamos que lo hagan pronto para poderlo disfrutar porque hay casos complicados. El vecino de arriba está yendo a la Casa Grande todos los días porque tiene el pie que no le circula la sangre, y cada día que viene la ambulancia lo tienen que bajar con una silla a cuestas», cuenta.
La subvención que les han concedido es de 248.000 euros y ayudará a muchos de ellos a asumir una derrama que de otra forma no les sería posible afrontar. «Somos los únicos del barrio que la han conseguido y estamos muy contentos. Han venido ya a casa a preguntar vecinos de otros bloques para enterarse de cómo tienen que hacerlo y les decimos que lo primero es contratar a un administrador de fincas. Nosotros fue lo primero que hicimos, pagando un dinero, y ha sido lo mejor», confiesa este jubilado.
Fuente: Helando.es