El ejecutivo prometió en 2007 subvencionar el 70% de los nuevos elevadores en edificios antiguos de más de tres plantas. Cinco años después bajó la cifra al 25%, pero sigue sin abonar el dinero. Hay cientos de vecinos endeudados.
Hasta 50.000 euros para financiar el 70% de la instalación de ascensores en edificios con más de tres plantas y 15 años de antigüedad. La promesa que hizo la Comunidad de Madrid en 2007 vende, y a ella se acogieron vecinos de todos los barrios de la región con la esperanza de que sus viviendas tuvieran ascensor.
Ya han pasado 7 años y el Ejecutivo madrileño aún no ha desembolsado ni la mitad del dinero que prometió. Ignacio González no paga.
La Asociación de Vecinos de la Ciudad de los Ángeles (ASVEYCO) presentó a principios de 2014 ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid un recurso contencioso administrativo en el que reclamaban que se devolviese el dinero prometido. Luis Vara, vecino del barrio explica a EstrellaDigital.es que las últimas noticias que recibieron fueron de antes del verano: “Han pagado a algunos, pero solo 15.000€ en lugar de los 50.000 que prometieron”. Aún faltan 35.000 euros.
Sin embargo el Ejecutivo madrileño ya no reconoce que debe esta cantidad. En 2012, con los ascensores ya instalados y pagados por los vecinos, el Gobierno regional creó una nueva medida con carácter retroactivo sobre las condiciones presupuestarias del primer plan rebajando de 50.000 a 15.000 euros las condiciones. Pasarían a subvencionar sólo el 25% de la instalación en lugar del 70% inicial. Un cambio que no gustó a los afectados y que si lo hubieran sabido en su momento, igual no se hubieran acogido al Plan Renove de ascensores.
Vicente Pérez, responsable de urbanismo y viviendas de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) explica que en los últimos meses se están mandando cartas a los vecinos, de manera salteada, diciendo que van a cobrar 15.000 euros en lugar de 50.000. “Es una putada, imagina que la administración dice que hagas tal cosa, te da tanto dinero, te pones a la obra, te dan los papeles y el visto bueno; entonces lo haces y para ello te endeudas, años más tarde viene la Comunidad de Madrid y te dice que te darán cuatro veces menos. Te sientes engañado y estafado y tus opciones se reducen a que el juez te de la razón”, explica indignado.
Otro de los barrios madrileños afectado es Comillas, un barrio obrero al suroeste de la capital. Allí la Comunidad ni si quiera se ha acercado para calificar los ascensores y poder tramitar la subvención. “Nuestros ascensores están pendientes de calificación, no se sabe cuándo van a venir a certificarlos”, explica Marisa, de la asociación de vecinos del barrio.
Del sur al centro, el problema se repite en el barrio de Chueca. Sonia García, una de las afectadas, explica: “Los vecinos nos esperábamos recibir una cantidad determinada y bastante pronto, y resulta que han pasado cinco años y aún no hemos recibido nada”. García cuenta que después de tener el documento de reconocimiento de subvención en el 2009, les enviaron un aviso fechado en septiembre de 2012 en el que decían que con el cambio de ley se reducía la subvención. Pero el aviso no llegó a Correos hasta julio de 2014, dos años más tarde.
Los vecinos de Chueca aseguran que el Ejecutivo regional les confirmó por teléfono que le iban a conceder una subvención de 50.000 euros, pero antes de recibir “el papel firmado salió Esperanza Aguirre por televisión diciendo que suspendían las subvenciones”. Explican que, a raíz de las demandas que comenzaron a llegar a la Consejería de Transportes, Infraestructura y Viviendas responsable del plan y liderada por Pablo Cavero, el Gobierno decidió conceder 15.000 euros. “A nuestra comunidad aún no nos han dicho nada, ni sobre los 15.000 euros ni sobre los 50.000, así que hace varios meses pusimos una demanda contra la CAM”, explica García.
La pasividad de la Comunidad no borra las muchas familias afectadas en barrios como Manoteras (Hortaleza), La Elipa (Ciudad Lineal), Comillas (Carabanchel), Colonia de Los Álamos (Puente de Vallecas) o Chueca (Centro). Solo en Villaverde hay más de 400 familias afectadas.
Mientras la Consejería de Transportes no responde, son muchos los vecinos que están endeudados, bien con el banco, con familiares o con amigos por culpa de una promesa que se vendió muy bien, pero nunca llegó.