Más de 10.000 bloques de viviendas de la provincia de Lleida están obligados a realizar obras para eliminar las barreras arquitectónicas antes del 4 de diciembre de 2017, según recoge el Real Decreto 1/2013, que modifica la ley General de Derechos de las Personas con discapacidad. Esta es la estimación «prudente» que hace Jaime Facerías, delegado provincial del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona-Lleida, que apunta que «un 40% de los bloques de viviendas de la ciudad no son actualmente accesibles y que el porcentaje en la provincia es notablemente superior «. Según los últimos datos provinciales disponibles del INE, el censo de bloques de viviendas rondaría los 25.000.
En concreto, la normativa obliga a los propietarios a realizar «ajustes razonables» de accesibilidad sin que impongan una carga desproporcionada o indebida. De hecho, la ley establece que el coste de las obras necesarias no debe superar la cuota anual de los gastos de comunidad. Los expertos coinciden en apuntar que la flexibilidad de la ley hace que la mayoría de las reformas en materia de accesibilidad en los últimos años respondan «al sentido común» ya las necesidades de los mismos vecinos, cada vez más grandes y con más dificultades de movilidad, explica Facerías. En este sentido, Jaume Domingo, vicepresidente del Colegio de Aparejadores de Lleida, puntualiza que «las limitaciones estructurales del edificio y la falta de recursos económicos de los vecinos dificultan que puedan llevarse a cabo las obras». Considerando que una cuota mensual media es de unos 60 euros y que el coste de un ascensor supera los 20.000, más mano de obra, «el coste es desorbitado para bloques con pocas viviendas», ejemplifica Anna Maria Aresté, gerente de Horizontal Consulting. En caso de que las obras supongan un gasto superior a la cuota anual de los propietarios, si uno de ellos las pide y la comunidad las aprueba por mayoría simple, se deberán hacer aunque haya algún propietario que alegue que no puede afrontar la derrama.
En este sentido, la actuación más demandada para eliminar las barreras es bajar el ascensor a pie de calle.
Fuente: Segre