¿Sabía usted que España es el país europeo con más ascensores por cabeza y uno de los que más tienen del mundo? Pues sí. En la actualidad hay más de un millón de elevadores funcionando en nuestro país y casi la mitad de ellos son relativamente antiguos.
Pocos españoles no utilizan a diario uno de estos métodos de transporte. Los modelos de ciudad y la estructura de las construcciones de la vivienda que se desarrollan en España han hecho que sean indispensables para los ciudadanos y han permitido florecer un negocio con cerca de 20.000 empleos directos y un volumen de negocio de unos 2.200 millones de euros.
Sin embargo, unos 500.000 ascensores de los que actualmente funcionan en España tiene más de 20 años de vida a sus espaldas. ¿Son seguros? Mañana miércoles, 20 de abril, entra en vigor una nueva directiva que incrementará la seguridad de los ascensores. Con ella se pretende regular la comercialización del ascensor, desde su origen hasta su puesta en servicio, en todos los países de la UE.
Usted no tiene por qué verse afectado por este cambio normativo ya que sólo los ascensores que se instalen a partir de esa fecha tendrán que estar sujetos a las nuevas directrices. Pero aún así ¿afectaría a su comunidad la nueva normativa? Lo más probable es que sí, si tienen uno de los antiguos.
Mejoras a incorporar
La Federación Española de Ascensores (Feeda) hace hincapié en que no es necesario el cambio del ascensor, pero sí sería apropiado incorporar nuevas medidas se seguridad y eficiencia energética.
Alrededor del 40% de los accidentes se producen por la falta de precisión de parada de la cabina, es decir que la cabina se detenga con exactitud al nivel de piso. De esta forma, sería conveniente proteger el aparato frente al cierre intempestivo de puertas, lo que evitaría la mitad de los altercados. Se recomienda además incorporar sistemas de comunicación bidireccional es, también conocidos como telealarmas, para así facilitar que el rescate tenga una duración óptima.
Para estas nuevas medidas «en la mayoría de los casos basta con una pequeña inversión», según José Manuel Rodríguez, presidente de la Comisión de Comunicación de Feeda. «Generalmente el coste de un ascensor nuevo es mayor que la adaptación a las medidas de seguridad de uno antiguo. Pero depende mucho del estado del ascensor», añade el experto.
El usuario de los nuevos elevadores será susceptible de una garantía superior a la actual. A través de este marco regulatorio se contribuirá a aumentar la seguridad de estas cabinas que son usadas a diario y de forma continua.
Un ascensor nuevo no estará dentro de la normativa si no está adaptado a la incorporada trazabilidad. Ésta busca localizar un ascensor para corregirlo con mayor inmediatez. Para ello deberá llevar un número de serie que indique la marca, así como una única dirección de contacto en un idioma comprensible por el usuario.
Los cambios fundamentales que este nuevo marco reglamentario recoge pretenden básicamente «obligar a garantizar la trazabilidad de los ascensores y sus componentes de seguridad y regular las obligaciones de los agentes económicos, a saber, instaladores, fabricantes, importadores y distribuidores, así como las obligaciones de los Organismos de Evaluación de la Conformidad», aclara Rodríguez.
Con este objetivo, para que los ascensores sean seguros en cada uno de los pasos de su proceso de fabricación, hay una serie de herramientas disponibles, que han sido susceptibles de unificación.
La vigilancia del mercado de los ascensores y sus componentes caen ahora en manos de las administraciones autonómicas, quienes se ocuparán de supervisar a los participantes de la cadena de construcción como diseñadores, fabricantes o distribuidores.
Fuente: elmundo.es