Aragón tiene actualmente un parque de 32.000 ascensores en comunidades de vecinos, edificios de oficinas, instituciones públicas, grandes superficies comerciales y otros espacios. Un instrumento, el elevador, que se ha convertido en imprescindible a lo largo de las últimas décadas y que el próximo año afrontará una nueva regulación de carácter europeo.
Será en abril de 2016 cuando entre en vigor la próxima directiva, queobligará a los ascensores que se instalen desde ese momento a cumplir con una serie de requisitos que afectarán a su nivelación (el espacio de separación con el piso cuando se detiene), al bloqueo de las puertas automáticas y a disponer del servicio de teleasistencia en caso de que el aparato se quede encallado entre dos alturas.
Del total de ascensores instalados en la Comunidad, prácticamente dos tercios –unos 20.000- tienen más de 30 años de antigüedad, según las estimaciones facilitadas por la Asociación de Empresarios de Ascensores de Aragón (AEAA). Es más que probable que tendrán que afrontar obras a lo largo de los próximos años.
El presidente de la organización, Antonio García, asegura que si bien la directiva europea no tendrá efecto inmediato sobre los elevadores más antiguos, «sí es previsible que la norma se adapte a medio plazo en España mediante un Real Decreto, como ya ocurrió con la anterior legislación comunitaria», por lo que tendrán que renovarse -y en algunos casos cambiarse de manera integral- para alcanzar los estándares de seguridad establecidos por la Unión Europea.
La AEAA celebró este martes una jornada en Zaragoza en la que se abordaron varias cuestiones del sector relacionadas con la nueva directiva. El encuentro se centró en las mejoras en materia de seguridad y la responsabilidad que tienen las empresas.
Ascensores «más seguros»
Ramón Frauca, presidente de la Comisión de Legislación y Normativa de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), incidió en la seguridad y destacó que «los ascensores serán todavía más seguros gracias a las mejoras introducidas por las normas técnicas», que «establecen los requisitos de seguridad para el diseño, fabricación e instalación de ascensores». El objetivo de éstas es «eliminar o minimizar el riesgo de posibles accidentes asociados al uso normal, el mantenimiento y las maniobras de emergencia de los ascensores«.
Por su parte, Iñaki Aranburu, delegado de FEEDA, insistió en la necesidad de que “los ascensores incorporen dispositivos de protección contra el cierre automático de puertas, sistemas de telealarma que permitan establecer contacto telefónico con el centro de atención en caso de emergencia y mecanismos que impidan que se pueda mover el ascensor con la puerta abierta».
También deberán tener «sistemas de precisión de parada para evitar que el ascensor no esté a ras del suelo de piso y accionamientos que, conjuntamente con una iluminación eficiente, reducirán el consumo energético».